jueves, 9 de julio de 2009

Primer dia en urgencias...

A veces la vida simplemente pasa desapercibida, ni si quiera te das cuenta el significado de poder respirar, de poder asombrarte de lo hermoso que tienes a tu alrededor.

El día comenzó cuando me despertó un fuerte dolor de estomago. Ese tipo de dolor de estomago parecido o casi igual aquel que sientes cuando estas nervioso, un tipo de nervios acompañado con un poco de temperatura, y para ser mas especifico muy caliente el área del estomago que rodea a el ombligo, y por su puesto la cara y frente con mucha temperatura.

No tengo idea de donde podrían venir estos tipos de “ataques de nervios”, taquicardias o sabrá que sean, así de la nada llegan, mi corazón late tan fuerte y tan rápido, que pareciera no estar situado en mi pecho, sino que en mi cabeza. De pronto la velocidad del latido aumenta tanto en cuestión de segundos que casi pierdo el control, comienza una desesperación horrible, como si estuvieras encerrado entre cuatro paredes y me faltara el aire, quiero salir pero no puedo, alguno de mis oídos se tapa, siento nauseas. No puedo controlar mi respiración ni tampoco mi corazón, no hay esa coordinación que siempre se tiene cuando uno se encuentra en paz, en tranquilidad; como quisiera sentirme así.

Tuve varios “ataques” de este tipo antes de llegar a la universidad, dentro de ella, aun tuve varios y pedí de favor a un compañero que me trajera a casa. Estando en casa, me sentí un poco más seguro, no volví a sentir ese tipo de ataque, pero mi corazón aun todo el día estuvo latiendo más rápido de lo normal, fue momento para ir a urgencias al hospital.

Seré sincero, jamás había pisado una sala de urgencia, asunto que me puso un poco más nervioso de lo normal. Mi vigencia con el hospital estaba vencida y debía de renovarla, pero por cuestiones de urgencia, me pasaron al minuto de estar ahí. Tomaron mi presión, la cual no me dijeron y ya me puedo imaginar porque. El doctor me cuestiono mi estilo de vida, lo primero que indago fue acerca de mis hábitos de sueño, si tenía alguna carga extra en mi escuela, si tomaba café, si había ingerido algo antes y desde cuando me empezó a pasar esto. Después de mis respuestas, inmediatamente ya tenían una camilla para mí.

Llegaron dos doctores y una enfermera, la enfermera me indico que me quitara mi camiseta y dejara cualquier cosa de metal ya que me harían un electrocardiograma. Me quite mi camiseta, pero se dieron cuenta que mi pantalón tenía como normalmente botones de metal, así que me trajo una bata dijo que me despojara de mi ropa y me pusiera la bata.

Claro que fue incomodo, había algunas personas por ahí, y de hecho había una chica con un collarín que no dejaba de verme aun cuando me quite la camiseta, de hecho el que ninguna otra vez haya pisado un hospital, hizo que mi experiencia con la vestimenta formal de todo un buen enfermo en el área de urgencias saliera a flote; me puse la bata al revés.

Después de sentirme un poco más y más nervioso al sentir todas esas manos pegándome pequeñas cosas por todo mi pecho, manos y pies, terminaron de hacerme el electrocardiograma, lo observaron y creo que no había algo normal. Me dieron un medicamento y me pasaron a otra camilla, de nuevo me pusieron algunas cosas en mi pecho para estarme monitoreando.

Afortunadamente volví a mi estado normal después de unas 4 horas de estar ahí, me dieron de alta con indicaciones como tomarme algunas medicinas en caso de sentir taquicardia otra vez, además de dormir bien, no películas de terror, no noticias, no tareas, no pensar en la escuela, ni ningún otro tipo de situación que podría hacerme estresar.

Mañana tengo cita para nuevos exámenes y exactamente en estos momentos me siento un poco ansioso y con poquitos nervios…

domingo, 12 de abril de 2009

Domingo 12 de abril


Hoy por la noche me dieron ganas de salir a caminar, así nada mas caminar por caminar, o tal vez solo para pensar…a penas salgo de mi casa y a media calle me encuentro gente mayor que me conoce desde que soy chico, y no los culpo pero desde que los conozco son alcohólicos, de hecho algunas veces me han pedido dinero, que por supuesto les he negado.

Mientras llevo mi vista hacia la luna que hoy se ve hermosa,  desde el otro  lado de la acera me grita uno de ellos “aun tocas la lira, como bob barley(así fue la pronunciación)”!!! Lo cual yo confirmo con mi cabeza.

Esta noche las calles no se ven tan solas, se ve algo de movimiento, y siento como si las calles estuvieran cansadas, pero pasan aun carros, odio las luces de los carros cuando me miran directamente.

Cuando era pequeño solía correr muy rápido (y hasta la fecha), siempre corría, sean las distancias que sean, a veces cortas como a la esquina de mi casa para ir a la tienda y otras tan largas como 3 kilómetros en las competencias de mi primaria, que por su puesto ganaba sin siquiera entrenar, aun lo recuerdo. Y desde aquellos momentos me preguntaba si cuando creciera y pasaran los años iba a sentir esa misma sensación de correr… el siguiente mes cumpliré 24 y aun lo hago, aun disfruto salir corriendo de pronto y sentir como el viento  pasa por mi cuerpo, ver mi sombra correr a mi lado. Espero estar siempre saludable y que mis piernas puedan ser tan veloces como lo son y siempre lo han sido, pero se que un día mis piernas nos responderán igual  y cuando llegue ese día, solo recordare esta  misma sensación, este mismo aire….

Parte de ...

Si el tiempo no existiera ,
contaría los latidos de mi corazón...
me daría cuenta que una hora de tu ausencia; es una vida sin razón.

martes, 23 de diciembre de 2008

Pequeña Frase Barata

La lluvia es el mejor calmante natural para la melancolía, aveces es un sueño en una noche de insomnio.